Rosencrantz y Guildenstern

Hamlet les da la bienvenida como "excelentes amigos", pero, al ver su apariencia, comenta que no van a "tratar con justicia" su misión.La línea 319 es quizás el único uso que hace del "nosotros" real en la obra, aunque también puede estar dirigiéndose a la otra persona presente en el escenario, Horacio, con quien Hamlet vio por primera vez al fantasma del que están hablando.(Al parecer, desconocen el contenido de la carta, aunque Shakespeare nunca lo dice explícitamente).Cuando su barco es atacado por piratas, Hamlet regresa a Dinamarca, dejando morir a Rosencrantz y Guildenstern; comenta en el Acto V, Escena 2 que "No están cerca de mi conciencia; su derrota / Crece por su propia insinuación".Como agentes de la corrupción que infecta la corte, los dos contribuyen a preparar el enfrentamiento entre Hamlet y Claudio.[1]​ Los cortesanos aparecen siempre en pareja, excepto en las ediciones que siguen el texto del Primer Folio, donde Guildenstern entra cuatro líneas después de Rosencrantz en el acto IV, escena 3.Cuando lo hace, Claudio decreta que debe morir, pero finalmente es convencido de desterrarlo a Inglaterra.