Considerado generalmente como equivocado en todos los juicios que emite a lo largo de la obra, Polonio es descrito por William Hazlitt como un padre "sincero", pero también como "un hombre ocupado, [que] es por tanto oficioso, charlatán e impertinente".Hamlet mata a Polonio sin saberlo, provocando el descenso de Ofelia a la locura, lo que finalmente provoca su (probable) suicidio y el clímax de la obra: un duelo entre Laertes y Hamlet.También se ha sugerido que sólo actúa como un "tonto charlatán" para mantener su posición y popularidad a salvo y para evitar que alguien descubra sus tramas de ascenso social.Es importante señalar que, a lo largo de la obra, Polonio es caracterizado como un típico "hombre nuevo" del Renacimiento, que presta mucha atención a las apariencias y al comportamiento ceremonioso.Teme que la relación de Hamlet con su hija perjudique su reputación ante el rey y ordena a Ofelia que "se encierre en el complejo [de Hamlet]".En 1869 se propuso por primera vez que Polonio era una parodia del principal consejero de la reina Isabel, Lord Treasurer, y secretario principal William Cecil, Lord Burghley.[2] Israel Gollancz también sugirió que Polonio podría haber sido una sátira de Burghley.Se discute si éste era el nombre original del personaje o no.Como Polonio es una parodia de un pseudointelectual pomposo, el nombre podría haberse interpretado como un insulto deliberado.Las frases más famosas de Polonio se encuentran en el Acto I, Escena III ("No seas ni prestamista ni prestatario"; "Sé fiel a ti mismo") y en el Acto II, Escena II ("La brevedad es el alma del ingenio"; y "Aunque esto sea una locura, hay método en ello"), mientras que otras se han convertido en aforismos parafraseados ("La ropa hace al hombre"; "Los viejos amigos son los mejores amigos").