Sicofanta

Por extensión, el término sicofante/a designa a un individuo despreciable, que busca obtener una posición o estatus personal mediante adulación hacia otras personas que comúnmente disponen ya de ciertas influencias y estatus social o tribal.En estos casos se daba por bien pagado transigiendo en perjuicio suyo, pues estaba seguro de que no ganaría el pleito en los tribunales.Plutarco (Timol., 37) pone en boca de Simónides estas palabras: «Es tan difícil hallar una democracia sin sicofantas, como una cogujada sin penacho.» Aristóteles (Polit., VIII) enumera varios Estados (Cos, Rodas, Heraclea, Megara, Cumas, etc.) donde las demasías de los sicofantas, al obligar a la clase rica a unirse y conspirar, provocaron la caída del gobierno popular.Por otra parte, como importaba al interés general que se persiguiesen los crímenes contra la seguridad individual y contra la riqueza del Estado, la ley había estipulado que se pudiese intentar ciertas acusaciones sin riesgo ninguno para el acusador, lo cual contribuía a aumentar la audacia y a asegurar la impunidad de los sicofantas.[3]​ Bibliografía para esta sección: S. Reinach, «Les sycophantes et les mystères de la figue», en Cultes, mythes et religions (París 1913) y en Revue des Études Grecques (tomo XIX, 1907); Girard, «Quelques reflexions sur le sens du mot sycophante», en Revue des Études Grecques (tomo XX).