Al convertirse en madre soltera, se establece en isla Quenac, Dalcahue y posteriormente se traslada a vivir a Achao, donde fue vecina con doña Adelina Navarro Triviño (artesana de Achao), con quien recorrería diferentes ferias artesanales y fuera su amiga hasta el final de su vida.En Achao se destacó por su entrega y compromiso para alimentar a sus hijos, trabajando tanto en casas particulares como en artesanía, oficio que la lleva a participar de diferentes exposiciones en distintos puntos del país.El catastrófico terremoto y maremoto de 1960 destruye la casa donde residía y posteriormente recibe ayuda del Estado y logra tener su casa propia en la población Abraham Lincoln de Achao, lugar emblemático donde se organizó un Centro de Madres para el rescate del trabajo tradicional en lana que llevó a sus participantes a recorrer varias ferias artesanales en Chiloé y fuera de la Provincia.[8] Como cultora, viajaba con su propia muestra artesanal, realizando presentaciones musicales y grabando en sellos difusores del canto campesino.[12] Rosario Hueicha fue conocida de Violeta Parra, a quien acompañó en sus recorridos por el archipiélago cuando estudió la música chilota.También entregó su amistad a Héctor Pavéz, Gabriela Pizarro, Jorge Yáñez y Margot Loyola, grandes folcloristas que se nutrieron de sus conocimientos y capacidad creadora.