En ese mismo viaje conoció al futuro fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Carlos Fonseca Amador.
Su intensa actividad sediciosa provocó que cayera preso durante el periodo presidencial de José María Lemus.
Tras partir de Cuba, Dalton decidió involucrarse en la lucha armada en El Salvador, por lo que se integró al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1973.
En dicha organización, fue protagonista de una seria polémica interna con el líder Alejandro Rivas Mira, quien se erigía como un influyente caudillo del grupo armado.
Dalton terminó calificado como «revisionista» y la dirigencia del ERP decidió su ejecución junto a José Armando Arteaga.
[1] Recordado por su vida bohemia y una personalidad jovial e irreverente, reflejada en su obra literaria, tenía como preocupación principal el destino de su propio país, El Salvador; y pese a que era un conocedor de la teoría marxista, su obra se caracteriza por ser heterogénea.
[2] Provenía de una familia que había caído en la ruina económica, y abandonó su país probablemente en 1916 con rumbo a la América Central.
[3] Vivió en Honduras y posteriormente se trasladó a El Salvador, donde contrajo matrimonio con Aída Ulloa.
[16] Su padrino político en ese entonces era el historiador Jorge Arias Gómez, dirigente del Partido Comunista Salvadoreño (PCS).
[22] Ambos cultivaron una amistad mutua y se dice que fue Castillo quien le animó a abrazar la militancia comunista.
Él mismo destacaba en las reuniones como un gran conversador, aparte que se distinguía por su buen humor y comentarios jocosos.
[26] No era extraño que funcionarios públicos, pintores y artistas se reunieran todos en un mismo lugar, tal como sucedía en la casa de la poetisa hondureña Clementina Suárez.
Sin embargo, tras el derrocamiento de Lemus en octubre los presos políticos fueron liberados, entre los que estaba Roque, quien al salir de la cárcel fue recibido con algarabía y alzado en hombros por el público que le esperaba afuera del recinto.
Sin embargo, el mismo Castrorrivas fue testigo de la ineptitud del poeta para dichas tareas.
En ese lapso no reportó ninguna actividad a la DGI y acabó expulsado del territorio.
[40] Retornó en junio y volvió a caer preso el 4 de septiembre mientras departía en un bar con otros amigos.
[40] La versión de Castrorrivas, muy por el contrario, aseguraba que salió por intermediación del antropólogo Geoffroy Rivas.
De acuerdo a Jorge Arias Gómez, quien le visitó en ese tiempo, la familia vivía en estrechez económica por el modesto salario que recibía Dalton.
En esos años logró terminar su obra Un libro rojo para Lenin y Las historias prohibidas del pulgarcito.
Sin embargo, crecía el dilema personal de incorporarse al proceso revolucionario en su país o dedicarse a su trabajo literario.
La segunda decepción ocurrió en 1971 cuando el Congreso Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Educación, la Cultura y el Deporte, dejó la impresión que la literatura debía ejercer una función más bien propagandística y subsumida a la función educativa.
[56] Para ese entonces comenzó a escribir los Poemas clandestinos que se publicarían después de su muerte.
[53] Aparte que la diferencia de edad era notable con respecto a los militantes del ERP, mucho más jóvenes, Dalton introdujo la polémica en una organización inmersa en conflictos internos.
[58] Por documentos posteriores dados a conocer por el ERP tras su muerte, se reveló la lucha entre la tendencia denominada como «burocrática» al mando de «pequeños burgueses pensantes», representados por el mismo Dalton, que se oponía a la tendencia «operativa» encabezada por Rivas Mira, que más bien ponía énfasis en la «conducción política y militar».
[59] Esta última tendencia terminó de imponerse en la organización y las acusaciones sobre el poeta comenzaron a surgir.
[58] Y con su verdadera identidad revelada, se le acusó de ser un agente cubano en el país para infiltrar el movimiento guerrillero, es decir, que formaba parte del denominado «revisionismo internacional» que interfería en el proceso revolucionario exclusivo del pueblo y que no era parte del juego político de las superpotencias (llámese la Unión Soviética o los Estados Unidos).
[63] Los involucrados en la decisión de ejecutar al poeta nada han revelado sobre las circunstancias en que se desarrollaron los hechos.
[65] Para quienes le conocieron, Roque Dalton tenía una «personalidad de gran magnetismo y un humor corrosivo».
Aquí sus ideas son más radicales, pues la lucha armada es la única opción «para hacer realidad el proyecto socialista en Latinoamérica».
[78] De esta época son los poemarios: Un libro rojo para Lenin, Las historias prohibidas del pulgarcito y Poemas clandestinos.