Romano Gandolfi

[2]​ Aunque su familia era de origen campesino, de niño le atrajo la música del coro en la iglesia local donde cantaba su madre.

[3]​ Como premio por sus calificaciones, con veintiún años pudo asistir por vez primera a un concierto en Salzburgo, donde quedó fascinado por la interpretación de La flauta mágica de Mozart.

Comenzó a trabajar como músico en orquestas locales para, más tarde, formarse con Roberto Benaglio en dirección coral.

Tras sustituir al maestro en alguna ocasión durante sus giras por Italia, pudo trabajar por vez primera en La Scala de Milán.

[1]​ En los años 1970, requerido por el director Claudio Abbado, regresó a La Scala, donde permaneció hasta 1983, cuando pasó a ser director del coro del Liceo de Barcelona.