A principios de los años 80, inició presentaciones cantando composiciones propias en las que usaba sólo voz y guitarra acústica en estilo folk.
Durante sus primeros años en la ciudad, formó un dueto de canto nuevo con su amigo Gonzalo Rodríguez.
[5] En 1976, Rodrigo González, Gonzalo Rodríguez y otros amigos músicos interpretaron algunas piezas originales en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Fue ahí donde lo conoció José Agustín, quien le escribió una reseña en el diario Unomásuno, en la cual declaraba: «si ya hay en el rock de México quien domine a la perfección la técnica, la cadencia y el ritmo junto con un talento para componer canciones que retraten nuestra realidad a la altura de nuestros grandes compositores como José Alfredo Jiménez o Chava Flores, no puedo más que decir que, de entrada, con Rodrigo González tenemos un rock más complejo, crítico e inteligente...».
Ya entrada la década de los ochenta, Rockdrigo, junto a artistas como Nina Galindo, Rafael Catana, Eblen Macari Graniel, y Roberto González.
En 1985, El Tri hizo una versión de su canción Metro Balderas, en la que, según Rockdrigo, Álex Lora quitó la referencia a Sigmund Freud y le cambió el sentido (en la original un joven pierde a su novia entre las multitudes del metro, mientras que en la versión de Lora la novia se vuelve prostituta) para hacerla más comercial, algo con lo que Rockdrigo no estuvo conforme.
[16] Ambos perecieron cuando los movimientos telúricos derribaron el departamento que compartían y en el que se encontraban dentro, este se hallaba ubicado en la calle Bruselas (número 8), en la colonia Juárez.
Se ha dicho que el manejo de ese fideicomiso, que se extinguiría cuando Lalena tuviera 18 años, momento a partir del cual ella podría disponer de la obra como ella lo deseara, fue opaco.