Compartían instrumentos y local de ensayo con otro grupo, Los Robots, al cual se unieron, formando uno nuevo en 1967, llamado Royal Group.
Es aquí cuando conoce a Pedro Ramírez Maestre, “Perico”, guitarrista y, actualmente, profesor del conservatorio profesional de Málaga, que, en aquel entonces, contaba con tan solo quince años.
[2] Tabletom experimenta entonces un período de dificultad para dar a conocer su música, por lo que su bajista decide abandonar el grupo, motivo por el cual la banda decide separarse en 1985 para reagruparse en otra llamada Rockberto y los castigos, compuesta por los hermanos Ramírez y Roberto González, que no consiguió éxito musical.
Tabletom, con Roberto a la cabeza, edita en 2002, el disco 7000 Kilos, con la colaboración de varias figuras del rock español y realiza una gira a nivel nacional (Madrid, Bilbao, Barcelona, Valencia…), además de sonar en diferentes radios del país.
[16] En 2008, el grupo malagueño saca al mercado su décimo disco, «Sigamos en las nubes», con motivo de su trigésimo aniversario, aunque esta vez se cede el protagonismo artístico a los hermanos Ramírez.
[17] El desgaste físico había hecho mella en Rockberto, quien según su representante, sufría múltiples complicaciones, fallos respiratorios, infecciones y un corazón debilitado.
[19] Familiares, amigos y numerosos artistas se reunieron en el Parque Cementerio de San Gabriel para rendirle homenaje.
[6] En plena pandemia, el artista multidisciplinar, Juan María Rivero (Bohemio), realizó su particular homenaje al gran Roberto, pintándolo en el muro del proyecto "Lucha por lo Imposible" con la leyenda "Esencia".