Pero también lo ha hecho —según las épocas, las modas, los lugares y las ocasiones— en inglés, francés o italiano, así como en catalán, euskera, gallego, lenguas vernáculas también españolas.
En tercer lugar, por la influencia italiana y francesa (el primer rocanrol español estuvo muy condicionado por lo que venía de esos dos países: Francia e Italia).
Ese filtro «euromediterráneo», que suavizaba notablemente la aspereza y el carácter provocador de los creadores americanos (Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, Chuck Berry, Little Richard, etc.), fue determinante, sobre todo en los primerísimos tiempos (1956-1960).
[11] A estos siguen, ya en 1960, grabaciones de Los Milos, Mimo, Kroner’s Duo, Kurt Savoy, Chico Valento,Manolo Escobar y otros.
Los medios de comunicación, que hasta ese momento casi lo habían ignorado, comienzan a darle cada vez mayor presencia.
[21] Es en ese año cuando The Beatles se convierten en un fenómeno mundial y tiene lugar la llamada British Invasion, que afectó a todo el planeta.
[22] Por toda España (desde las grandes ciudades hasta los pueblos pequeños) surgen miles de nuevas bandas influidas por esos sonidos.
Las discográficas multinacionales (EMI, RCA, CBS, etc) abren sucursales en Madrid y en Barcelona; al tiempo que discográficas nacionales como Hispavox, Zafiro, Regal, Belter, Vergara, Columbia (no confundir con la multinacional del mismo nombre) etc, junto a otras de nueva creación, expanden su negocio y prosperan al calor de la nueva moda.
[40] Esta nueva hornada de grupos trae consigo las últimas tendencias del rock que en ese momento nacían en Gran Bretaña y Estados Unidos.
Aunque estilísticamente presentan algunas diferencias (hay bandas más escoradas hacia el blues rock, otras tienden al hard, algunas son todavía muy psicodélicas; e incluso las hay netamente experimentales), todos tienen en común las influencias antes señaladas, un sonido claramente identificable como Rock progresivo y el uso casi general del inglés para sus composiciones.
[67] Más que un movimiento real, fue una creación de la industria discográfica; pero eso no impidió que, a pesar de su corta vida, obtuviese un notable éxito popular, alumbrase formaciones y solistas tan idiosincráticos y originales como Las Grecas (cuyo primer álbum se titulaba, precisamente, «Gipsy Rock»), Los Chorbos o Los Amaya y diese lugar a un tipo de sonido peculiar que en su día también se conoció como «Sonido Caño Roto».
Así pues, el Rock, como género, seguía teniendo aceptación entre la juventud y millones de seguidores dispuestos a disfrutarlo.
Sus primeros representantes son grupos como Asfalto, Leño, Topo, Ñu, Coz, Unión Pacific o Cucharada (con cierto punto teatral y resabios glitter).
Y Burning no andaban muy lejos de lo que artistas como Graham Parker estaban grabando en aquel momento aunque en una onda más claramente «stoniana».
[101] Tras la rápida disolución del grupo, en 1978, tanto Kiko Veneno como los hermanos Amador (Rafael y Raimundo) siguieron su propia trayectoria.
[137] Al mismo tiempo, nuevas y jóvenes bandas como los navarros Barricada o los gallegos Los Suaves surgieron en torno a 1981-82.
Por otra parte, y también heredera del viejo Rock Urbano, surge con tremenda fuerza por aquellos años (1980-81) una nueva corriente que va durar hasta nuestros días manteniendo una vitalidad fuera de duda: el Heavy Metal español.
También aparecen Santa, Panzer, Tigres, Muro, Bella Bestia, Banzai (liderados por el veterano Salvador Domínguez), Zarpa, Tarzen, Evo, Pedro Botero o Sangre Azul entre otras muchas.
[157] En cualquier caso, insistir en que la desaparición de La Movida no trajo, en modo alguno, un descenso en la vitalidad musical ni supuso ningún bache para el rock español y su presencia en la sociedad.
Incluso hubo una banda, llamada Malevaje que fusionó el Tango argentino con las maneras y actitud del viejo rock’n’roll clásico de los 50.
En diferentes partes del país aparecieron más grupos como Insanity Wave, Los Planetas, Manta Ray, El Inquilino Comunista, Migala, Lagartija Nick, etc.
Bandas como Nosoträsh, Pauline en la playa, Elephant Band o Los Fresones Rebeldes se dedicaban a recrear sonidos más sesenteros que iban desde la psicodelia al intimismo folk-rock, pasando por la Chanson de influencia francesa o el pop más yeyé (aunque sin caer en el revivalismo estricto).
Hablamos de Subterfuge, Jabalina, Rock Indiana, Munster Records (este más escorado hacia sonidos garajísticos y rocanroleros), Acuarela, Grabaciones En El Mar, Siesta, Elefant, Caroline, Triquinoise, etc.
[189] Son grupos como Reincidentes, Boikot, Platero y Tú, The Flying Rebollos, El Último Ke Zierre, Soziedad Alkoholika, Ska-P, Buenas Noches Rose, Porretas, Tako, Transfer, Maniática, Sínkope, A Palo Seko, Mojinos Escozíos, Kaos Etiliko, Celtas Cortos, Los Muertos de Cristo o Mala Reputación.
Los primeros grupos aprovecharon, de hecho, los pequeños sellos que ya habían dado cancha al Rock radical vasco.
Y casi todos, con el paso del tiempo, terminaron fichando por multinacionales (entre otras cosas porque vendían muchos más dicos que las bandas "indies").
Con el cambio de siglo surgieron bandas con un carácter marcadamente comercial, dirigidas a un público juvenil y que tuvieron mucha aceptación durante unos años.
[198] Junto a ellos, se unen grupos y solistas cuyas carreras se habían iniciado décadas antes, como Enrique Bunbury (antiguo cantante y líder de Héroes del Silencio), el argentino Andrés Calamaro afincado en Madrid, Loquillo, Los Enemigos, Manolo García, Los Secretos, Fangoria o el excomponente de Gabinete Caligari, Jaime Urrutia, siguieron obteniendo un notable éxito.
[217] Como ya hemos dicho, el nuevo siglo no ha sido, en muchos aspectos, sino una continuación de las tendencias experimentadas durante los 90.
Así, la formada por los sucesores del indie, que a diferencia de sus hermanos "noventeros", crearon una escena comercialmente masiva.