Robo de armas del Cantón Norte

[5]​[6]​ La esposa de Rafael Arteaga, Esther Morón, trabajaba como la representante legal.

Arteaga aceptó y según el plan, el 18 de octubre adquirió una casa localizada frente a las instalaciones del Cantón Norte (separados por la carrera séptima), a donde se mudó Arteaga con su esposa y dos hijos.

Durante varias reuniones hechas entre Bateman y los mandos del grupo guerrillero, se determinó que se debía contar con un poderoso arsenal, en caso de que ocurriera otro evento similar al del paro cívico, dada trascendencia de este mismo a nivel nacional.

[5]​ En la noche del 30 de diciembre los guerrilleros simularon una fiesta y distrajeron a los soldados, mientras tanto sustrajeron los 10 primeros fusiles.

Este proceso militar masivo, fue el más grande e importante en América Latina.