Roberto Eduardo Chute
El presidente Ramón S. Castillo le ofreció ser camarista en lo contencioso administrativo, pero no aceptó porque toda su carrera la había hecho en la justicia civil.La ideología de estos jueces tenía influencias conservadoras y católicas, sus antecedentes académicos permitían considerarlos aptos para formar una Corte de justicia respetada y con cierta independencia.[1] Además de con los jueces designados simultáneamente, compartió la Corte Suprema en distintos momentos con Margarita Argúas y José Federico Bidau.Fueron elegidos Felipe Ehrlich Prat, Alberto García Piñeiro, Enrique Ramos Mejía y Horacio H.Por otra parte, supo mantenerse tan apartado de todo tilde político, que logró sortear situaciones difíciles para la estabilidad de los jueces en los tiempos que le tocó vivir.Vivió más de medio siglo en la misma casa, en Adrogué, con un tono sencillo y austero.