Robert Hanssen

El padre de Robert constantemente menospreciaba a su propio hijo, diciendo que este «nunca haría nada con su vida».

[12]​ La elección resultaría ser correcta, ya que finalmente se graduaría, obteniendo un MBA (Master of Business Administration).

Esto incluía todas las actividades del FBI relacionadas con las escuchas telefónicas y la vigilancia electrónica, que eran la responsabilidad de Hanssen.

Esta vez, sería un doble agente operativo al servicio de aquella, y ya no habría vuelta atrás.

[26]​ Otro evento importante durante el muy ajetreado año de 1989 sucedió cuando Hanssen comprometió o puso en peligro la investigación del FBI sobre Felix Bloch.

Él sería discretamente observado mientras se encontraba con un conocido agente del KGB, a quién le entregó un bolso negro.

(Bloch era filatelista, y más tarde afirmaría que el bolso tan solo contenía álbumes de sellos postales.)

Todo la cuestión llegó hasta ahí, y no se tomó ninguna medida adicional al respecto.

Hanssen, llevando un paquete de documentos, se identificó como «Ramón García», un agente del FBI «desafectado» y ofreció sus servicios como espía.

[31]​ Ese mismo año, logró introducirse en la computadora de un agente colega del FBI, Ray Mislock, e imprimir un documento clasificado almacenado en ella.

Los otros agentes del FBI creyeron esa ingeniosa historia y Hanssen fue eximido, con la advertencia de no volver a hacerlo.

[36]​ Incluso, entre 1997 y 1999, sería lo suficientemente indiscreto como para escribir su propio nombre dentro de las computadoras del FBI, para ver si su legajo seguía estando «limpio» y buscar datos sobre eventuales sospechas sobre él, o una posible investigación administrativa respecto de su propia persona.

Mientras tanto, increíblemente continuaba realizando búsquedas altamente incriminatorias de archivos en el sistema informático del FBI, poniendo su propio apellido y dirección como clave.

La exposición del túnel bajo la embajada soviética en Washington fue un segundo fracaso de inteligencia que tampoco podía ser vinculado a Aldrich Ames.

El nombre en código del FBI para referirse al aún no identificado sospechoso era Graysuit («Traje gris»).

Algunos sospechosos aparentemente prometedores en un inicio fueron finalmente despejados de toda duda, y la «caza del topo» logró descubrir a otros traidores infiltrados, como el exoficial de la CIA Harold James Nicholson, pero el cuidadoso —y afortunado— Hanssen seguía escapando a la detección.

[39]​ Para 1998 los cazadores se habían concentrado en quien resultaría ser otro hombre equivocado, Brian Kelley, un agente de la CIA.

Posteriormente fue puesto en licencia administrativa, donde permanecería, falsamente acusado, durante casi dos años, hasta poco después de que Robert Hanssen fuese finalmente detenido.

[9]​[40]​ Un año después de haber interrogado infructuosamente a Brian Kelley, y de no haber logrado armar un caso sólido contra él ni encontrado a otro sospechoso, el FBI decidió probar otra táctica menos ortodoxa: intentar comprar la identidad del topo.

Una empresa estadounidense cooperaría con la puesta en escena, al invitarlo a los Estados Unidos para una supuesta reunión de negocios.

Ese mismo noviembre, agentes del FBI por fin pudieron escuchar el contenido de esa cinta.

El agente del FBI Michael Waguespack, al escuchar la cinta, pudo reconocer la voz como familiar pero no podía recordar de quién era.

El agente del FBI Bob King recordaría a Robert Hanssen decir esa misma cita.

Waguespack escuchó otra vez la cinta y ahora sí pudo reconocer a la voz de Robert Hanssen en ella.

En enero de 2001 Hanssen obtuvo un supuesto nuevo asistente, Eric O'Neill, quien en realidad era un joven empleado del FBI asignado a mantenerlo bajo vigilancia cercana.

O'Neill se percató de que Hanssen estaba usando una PDA Palm III para almacenar su información.

Cuando subrepticiamente pudo hacerse con ella por un breve tiempo, hizo que otros agentes transfiriesen o bajasen el contenido desde esta a otra máquina.

Asimismo, Hanssen se halló sometido a una restricción judicial respecto de realizar comentarios públicos.

Sus tres hijos asistieron a The Heights School, una escuela primaria exclusiva para varones, situada en la localidad de Potomac, Maryland.

Por lo tanto, comenzó a espiar para la KGB, que naturalmente valoraban más sus «logros profesionales» (el de venderle información clasificada del gobierno federal estadounidense).

La fotografía policial de Hanssen, tomada durante el mismo día de su detención.
El punto de entrega Ellis , en el Parque Foxstone (estado de Virginia ), donde Hanssen solía dejar paquetes a los agentes soviéticos y cobrar su dinero (incluido el día de su arresto).
Prisión federal ADX Florence donde Hanssen cumplió condena.