Robert Maxwell

En 1939 su pueblo fue ocupado por Hungría, y toda su familia fue trasladada a Auschwitz, donde murieron antes de que finalizará la Segunda Guerra Mundial, hecho que dejó traumas permanentes en Jan, quien renegó su religión hasta la adultez, cuando nuevamente volvió a abrazarla.

Con 17 años, estando sólo en la capital eslovaca, se unió a la resistencia anti-nazi por un breve tiempo, siendo capturado y casi llevado a un campo de concentración, logrando escapar en el traslado, y refugiarse en una aldea de camino entre Checoslovaquia y Polonia, donde una joven gitana lo ayudó a quitarse las esposas, para, una vez liberado, escapar, Y llegar a Gran Bretaña en 1940, en calidad de refugiado de guerra.

Tras un corto período trabajando como censor para el ejército británico en Berlín, en la Alemania ocupada por los aliados, usó varios contactos entre las autoridades de ocupación aliadas para iniciarse en los negocios, como distribuidor en Estados Unidos y el Reino Unido de Springer Verlag, una editorial de libros científicos.

En 1951 compró Pergamon Press, una pequeña editorial de libros de texto de Springer Verlag, y comenzó a publicar por su cuenta, esto, le permitió consolidar una vasta fortuna, que ya para los años 1960 era lo bastante extensa como para ir adquiriendo imprentas y otras empresas, mientras que propugnaba en público el socialismo, ideología en la que decía creer fervientemente.

Además, su actividad política no se limitaba a las elecciones parlamentarias y al Partido Laborista, sino que iban más allá, al desarrollar una vasta red de contactos e influencias en todos los países de Europa del Este y sobre la mismísima Unión Soviética, influencias ganadas por su posición de importancia en el sistema occidental, según unos, o literalmente "compradas", según otros.

Murdoch negó, alegando que los accionistas y la directiva del News of the World «habían juzgado su actuación como empresario en Australia».

Sin embargo, ante el fracaso del News of the World, Maxwell, resolvió perseguir otra compañía, buscándo adquirir su tan anhelado medio escrito, lo que finalmente consiguió en 1984 al comprar el grupo editorial Trinity Mirror (por aquel entonces llamado Mirror Group Newspapers) que poseía, entre otros, el diario Daily Mirror.

Maxwell consiguió hacerse con el famoso diario durante una etapa de crisis del mismo.

Esto se debía más que todo a su extrema ambición, la cual le llevaba a adquirir empresas de manera pomposa y más que todo como símbolo propagandístico de su persona.

Los contactos de Maxwell, le permitían obtener noticias que un periodista normal no conseguiría y, por lo tanto, ser una fuente de información medianamente fidedigna, siempre que no se dedicara a distorsionar la misma para sus propios intereses.

La compañía, había nacido como la firma publicitaria de Maxwell y se había convertido en una compañía que desempeñaba operaciones en múltiples áreas, mediante sus adquisiciones, filiales y consorcios, se fue fortificando hasta convertirse en un gigantesco holding empresarial, que ya para 1980 poseía una vastedad de empresas, entre las cuales se encontraban la bien conocida Trinity Mirror y sus publicaciones el Daily Mirror, el Sunday Mirror, el Daily Record y el Sunday Mail, ambos de Escocia, y varios otros periódicos; también se sumaban la editorial Pergamon Press, Nimbus Records, la editorial Collier, Prentice Hall, Macmillan Publishing y las escuelas de idioma Berlitz.

En 1987 adquirió parte de IPC Media para crear Fleetway Publications.

Igualmente, tal cual como muchos otros empresarios, Maxwell, decidió formar la Fundación Maxwell en 1970, que fue establecida en Liechtenstein, un gran centro financiero de Europa y además un paraíso fiscal.

Maxwell también fue conocido como presidente del Oxford United Football Club, al que salvó de la bancarrota y llevó a la cumbre del fútbol británico al ganar la Football League Cup en 1986.

El club debió pagar un alto precio por esta relación cuando salieron a la luz los manejos financieros de Maxwell.

Reconocer abiertamente sus deudas le habría llevado a un “efecto dominó” que podría desencadenar su ruina.

Por otra parte se trata de la apelación al bien común, una especie de despotismo ilustrado que podríamos traducir como “todo para el Daily Mirror… pero sin el Daily Mirror”.

Otro ejemplo del uso propagandista que Maxwell sabía dar a sus intervenciones.

Cuando esto se producía Maxwell estaba muy por encima de sus redactores, ordenando el tamaño del tipo de letra que debía utilizarse, la fotografía de sí mismo que quería para reforzar sus palabras… Quizá en estos momentos era cuando Maxwell más se acercaba a otro magnate de las telecomunicaciones, que aunque muy anterior ejerció una notable influencia sobre él: William Randolph Hearst, al que Orson Welles inmortalizaría en “Ciudadano Kane”.

Si se analiza detalladamente, lo cierto es que Maxwell tenía el perfil perfecto para ser un agente del servicio israelí al ser un oficial militar, algo que es muy frecuente sean los agentes del Mossad; igualmente era judío, por lo cual ideológicamente concordaba con los ideales de Israel, también había perdido a su familia a manos de los nazis y, más importante aún, era un miembro prominente de la sociedad occidental, con influencia, dinero y poder.

Rupert Murdoch, se convirtió en el más férreo rival de Maxwell
Maxwell fue accionista de MTV en Europa