Durante ese período, mientras trabajaba en Michael Patterson, Inc., Bales y la firma realizaron algunas actividades de valores fraudulentas.
Gary Liebschner, la víctima, dijo que "nunca le pagaron un centavo" del fallo.
Durante su servicio en el 2007, según informes, se lesionó un pie en la Batalla de Najaf y en el 2010 fue tratado por un traumatismo craneoencefálico después de que su vehículo se volcó en un accidente.
Para el 2011 Bales esperaba la promoción a sargento primero (Sergeant first class), pero ésta no llegó.
Unos minutos más tarde se negó a hablar con los investigadores y pidió un abogado.
El abogado civil de Bales, John Henry Browne, quien también representó el asesino en serie Ted Bundy, más tarde dijo: "el gobierno no sabe que es lo que va a probar, no hay evidencia forense, no hay confesión".
[2] Las armas empleadas durante los ataques fueron una carabina M4 con lanzagranadas y una pistola Beretta 92, aunque se reportó que algunas víctimas fueron apuñaladas.
Bales fue trasladado rápidamente de Afganistán a una base militar en Kuwait.
En octubre de 2012 Bales fue trasladado al Centro Penitenciario Regional Northwest en la base conjunta Lewis-McChord.
Incluso en el curso de francotirador que Bales aprobó cuatro años antes, paso todas la pruebas psicológicas que deben de cubrir todos los candidatos.
", Bales respondió que él mismo había hecho esa pregunta "un millón de veces", y agregó: "no hay una buena razón en este mundo para justificar las cosas horribles que hice".
El acusado también fue degradado a soldado raso, el rango más bajo posible, dado de baja deshonrosamente del ejército y la orden de renunciar a toda paga, prestación y beneficio.
[5] Actualmente Robert Bales cumple su condena en el United States Disciplinary Barracks (USDB), en Fort Leavenworth, Kansas[6] Desde mediados de 2019, los abogados buscan un nuevo juicio en un tribunal civil para el soldado condenado, basándose en gran parte en acusaciones de que estaba bajo los efectos de una droga contra la malaria que indujo psicosis en el momento de los asesinatos.
De acuerdo con el líder tribal Haji Agha Lalai Dastgeri miembros del ejército estadounidense acudieron a la oficina del gobernador de Kandahar y pagaron 50,000 dólares por cada persona muerta y 11,000 dólares por cada herido.