[1] En Estados Unidos se empezó a utilizar el cartucho M882 (9 mm) provisto por el Ejército de los Estados Unidos y con esta nueva munición comenzaron los problemas, cuando en algunas pruebas los armazones de las pistolas mostraron fisuras microscópicas después de disparar 5000 tiros.
[1] Los primeros peritajes realizados por el ejército sugerían que los problemas experimentados se debían a problemas de las pistolas en sí, a lo cual Beretta respondió cuestionando las municiones M882.
[1] Beretta puso a prueba el cartucho y las pruebas independientes revelaron niveles excesivos de presión en los disparos (las presiones promedio excedían los 50 000 psi, contra los 35 000 psi máximos requeridos por la OTAN).
Asimismo, las pruebas de fiabilidad realizadas en las instalaciones de Beretta USA (supervisadas por observadores del Gobierno), arrojaron como resultado un fallo cada 17.500 disparos.
[1] Otras marcas como Llama o Taurus han fabricado réplicas de este modelo.