Ricardo Simó-Raso (Badajoz, 1874-San Sebastián, 1938)[1] fue un actor español.Inició su carrera en el Teatro Lara de Madrid, coincidiendo sobre los escenarios con intérpretes como Balbina Valverde, Matilde Rodríguez o Irene Alba.Intervino en numerosos estreno de los más grandes autores de la época, como Eugenio Sellés (El rayo verde, 1905[2]), Miguel Ramos Carrión (El pan nuestro de cada día, 1905[3]) Benito Pérez Galdós (Pedro Minio, 1908[4]) los Hermanos Álvarez Quintero (Doña Clarines, 1909[5]), Carlos Fernández Shaw (No somos nadie, 1909;[6] Las figuras del Quijote, 1910[7]) o Pedro Muñoz Seca (El jilguerillo de los parrales, 1910).En 1911 formó su propia compañía, y se traslada al Teatro Cervantes, del que se convierte en primer actor y director, estrenando, entre otras obras, Un palco para el Tenorio (1913), de Pedro de Répide,[8] Lista de correos (1914), de Francés y Leal o Don Inocencio en Madrid (1915), de Ceferino Palencia.[9] En 1921 regresó al Lara e interpretó Frente a la vida, de Manuel Linares Rivas o La pena de los viejos (1923), de Juan José Lorente.