La versión en Berlín está considerada el original, siendo la de Fráncfort una copia casi contemporánea.
Citando su edad avanzada, Zacarías pidió con incredulidad una señal para confirmar la verdad de esta profecía.
En respuesta, el ángel se identificó como Gabriel, enviado por Dios, y declaró que debido a su duda quedaría mudo e "incapaz de hablar, hasta el día en que se realizarán estas cosas".
[6] Zacarías aparece en la tabla sentado en primer plano con pluma, tintero y pergamino.
Esto es más evidente en la figura de María- con una aureola sobre la cabeza añadida más tarde, este motivo no fue empleado por los primitivos flamencos- en el panel del nacimiento, que ocupa el mismo espacio y se parece a la Salomé del panel derecho.
Cristo está plenamente frontal al espectador, colocado en un arroyo cuya corriente le cubre apenas hasta las rodillas.
A su derecha Juan le bendice, con su mano levantada sobre la cabeza de Cristo.
La paloma es acompañada por, en palabras de la historiadora del arte Barbara o Bárbara Lane, una "inscripción graciosamente curvada" tomada de Mateo 17:5, que dice "Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia; escuchadle.
[10] En la mayoría de las representaciones hasta entonces, Salomé sostiene la bandeja vacía; aquí la cabeza ha sido colocada en el recipiente.
Luce un rostro idealizado, tocado con piedras preciosas, vestido azul con falsas mangas verdes, bajo un tabardo negro con ribetes blancos.
[13] Panofsky data el retablo después de 1450, basado en la semejanza del tablero izquierdo con el relieve de Andrea Pisano; Rogier pudo haberlo visto durante su visita a Italia ese año.