[1] Comprende una zona abrupta con sugestivas comunidades de flora rupícola, junto con especies amenazadas y protegidas, tales como el tajinaste (Echium giganteum) y la hierbabuena (Bystropogon plumosus).
El área que presenta menor pendiente contribuye a mantener los procesos ecológicos mediante la protección de los suelos y la recarga del acuífero.
Se encuentra principalmente representada por muestras de laurisilva y pinar, situadas en las vaguadas que se forman y también en las zonas de mayor cota altitudinal.
Son igualmente numerosas las muestras de madroñal (arbutus canariensis) que presenta este hábitat.
También sobresalen algunas especies de aves, principalmente, las dos palomas de la laurisilva (columba bollii y columba junoniae) que nidifican en la zona y su depredador natural, el gavilán (accipiter nisus).