Reserva San Pablo de Valdés

La unidad que corresponde al área de meseta, caracterizada por su terreno plano y rocoso, presenta vegetación arbustiva herbácea que incluye ejemplares de quilembai (Chuquiraga avellanedae), llaoyin (Lycium chilense), molle blanco (Schinus johnstonii), tomillo (Troncosoa seriphioides), solupe (Ephedra ochreata) y algarrobillo patagónico (Prosopis denudans), que alternan con coirón amargo (Stipa speciosa) y coirón poa (Poa ligularis).

En los sectores afectados antiguamente afectados al pastoreo se presentan agrupaciones ralas y aisladas de paja (Stipa tenuis), flechilla negra (Piptochaetium napostaense) y algunos yaoyín o fruto de víbora (Lycium chilense).

El las áreas de dunas aparecen ejemplares de maqui u olivillo (Hyalis argentea), vidriera o jume (Suaeda divaricata) y matorro o usillo (Cyclolepis genistoides), también conocido como palo azul, entre otras especies.

[4]​ Es frecuente la observación directa de ejemplares de guanaco (Lama guanicoe), mara (Dolichotis patagonum), zorro gris (Lycalopex griseus), peludo (Chaetophractus villosus), piche patagónico (Zaedyus pichiy), zorrino patagónico (Conepatus humboldtii), cuis chico (Microcavia australis), tucu tucu magallánico (Ctenomys magellanicus) y ratón colilargo bayo (Eligmodontia typus).

En el primer grupo las más abundantes son las loicas comunes (Sturnella loyca), las calandrias patagónicas (Mimus patagonicus), los canasteros (Asthenes spp.)