Según investigaciones genéticas, arqueológicas e históricas, antes de la década de 1970 esta especie no habitaba en la Patagonia chilena ni en la Patagonia argentina austral, ya que era detenida en la margen norte del río Santa Cruz.
Su dieta está compuesta por insectos, gusanos y pequeños vertebrados como lagartijas o roedores.
La mayor edad conocida de un piche en cautividad alcanzó los nueve años.
La caza del piche es una actividad relativamente frecuente en la Patagonia, donde muchas personas aprecian su carne.
Aunque es baja la densidad humana en la región, sus poblaciones han sufrido una significativa declinación.