Esto provocó un declive tanto cultural como educativo de la ciudad y originó una huida masiva hacia Iquitos, la capital del departamento.
Requena comenzó como una conjunción de aborígenes como los cocamas, que fueron convertidos por los franciscanos al cristianismo.
El centro de la ciudad cuenta con un gran movimiento comercial y turístico, en el que se encuentran la plaza Mayor y su catedral, muy parecida a la de Iquitos.
En toda este sino, la cultura y el arte amazónico se ha ido forjando dentro del rechazo, pereza e ignorancia del resto del país, mucho más preocupado en la anécdota que en el verdadero entendimiento e integración de la región en su impulso por mostrar, rescatar y valorar lo que hacen los creadores del trópico y, es necesario decirlo, de la auto marginación existente.
En ese sentido, creo que la más importante señal de este deterioro lo constituye, además, un olvido que se presenta desde la propia zona y se hace casi endémico.