Represión (psicoanálisis)

No obstante, es Freud quien logra describirlo como mecanismo esencial de la escisión originaria entre los sistemas consciente e inconsciente en el aparato psíquico.[2]​ Para Freud la represión opera porque la satisfacción directa de la moción pulsional, que en realidad está destinada a causar placer, podría causar displacer por entrar en disonancia con las exigencias provenientes de otras estructuras psíquicas o que llegan directamente desde el medio exterior.[3]​ En un sentido estricto, se trata del mecanismo típico de la neurosis histérica, pero en sentido lato es un proceso que ocurre en todos los seres humanos dado que constituye originariamente el proceso clave y fundacional del inconsciente.[6]​ La energía libidinal en el proceso de represión se conserva y queda fijada a la representación ahora reprimida.Es esa energía la que funciona atrayendo nuevas representaciones en contrapunto con la tendencia del yo a expulsar y reprimir contenidos de naturaleza penosa, agresiva o dolorosa que con frecuencia van acompañados de afectos angustiosos no compatibles con el yo.