Organizaron consejos de trabajadores en Liepāja y manifestaciones en Riga exigiendo el establecimiento del poder soviético.
Para organizar el levantamiento, se estableció un Comité de Guerra Revolucionaria, del cual formaron parte Jānis Šilfs, J.Zukovskis, J.Mirāms, O.Dzenis y J.Zariņš.
Reconocida por Moscú cinco días después de su proclamación, Stučka se dedicó a introducir las medidas ya aplicadas por los comunistas en otras regiones.
Pronto se inició el Terror Rojo con juicios sumarios contra contrarrevolucionarios mediante tribunales revolucionarios.
Tanto las autoridades centrales como las locales debían aceptar escritos enviados en cualquiera de los idiomas locales (letón, latgaliano, ruso, alemán, hebreo, lituano o estonio) y enviarlos a traductores si no los entendían.
[5] Aunque los bolcheviques ocuparon prácticamente toda Letonia, debieron enfrentarse a otros dos gobiernos letones.