Antiguamente y seguramente por la proliferación de anfibios en la zona, la denominación de la villa fue Ranera y a sus vecinos se les conocía como raneros en la comarca.
En el censo de Felipe II de diciembre de 1575, los entonces alcaldes ordinarios y representantes del concejo, Juan y Francisco Gómez, indicaron al rey que la villa tenía entonces 186 vecinos, más algunas viudas y menores.
Sin embargo, siglo y medio después, el censo del marqués de Campoflorido indica que en el año 1712 su población había descendido a 44 vecinos, más un clérigo compartido con la vecina Moratilla de los Meleros.
A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 728 habitantes.
Posee una iglesia que data de mediados del siglo XVI, terminada en el siglo XVII y consagrada a la Virgen de la Asunción.