Enseñó filosofía en la Universidad Jesuita de Poitiers, y en 1699 fue a Bourges a estudiar Derecho civil y Matemáticas bajo el cuidado de un tío en La Sainte Chapelle.Por sus descubrimientos en la metalurgia del hierro y del acero se le otorgó una pensión de 12.000 libras; pero satisfecho con sus ingresos privados, pidió que el dinero fuera destinado a la Academia de Ciencias para dedicarlo a los experimentos en la mejora de los procesos industriales.Sus amigos lo llamaban a menudo el Plinio del siglo XVIII.Durante su jubilación vivió en sus residencias rurales, incluyendo La Bermondière (Maine y Loira), donde se dio un fuerte golpe al caer de su caballo que le causó la muerte.Su trabajo más elocuente son las Mémoires pour servir a l'histoire des Insectes, 6 vols., con 267 láminas (Ámsterdam, 1734-42).