Los relojes esclavos modernos se sincronizan a través de Internet o por señales horarias de radio, con el Tiempo universal coordinado.
Para una mayor precisión con fines científicos, estos relojes se pueden sincronizar con una precisión de nanosegundos mediante canales satelitales dedicados.
[2] Desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, se instalaron sistemas eléctricos de relojes maestro a esclavo, en los que todos los relojes de una instalación se sincronizaban mediante cables eléctricos con un reloj maestro central.
[2] Había varios relojes esclavos de este tipo en funcionamiento, especialmente en escuelas, oficinas gubernamentales, bases militares, hospitales, redes ferroviarias, centrales telefónicas y fábricas de todo el mundo.
[2]En la actualidad, pocos de estos sistemas eléctricos aún se conservan.