Angola y el precursor de Rusia, la Unión Soviética, establecieron relaciones desde la independencia.
Las facciones líderes soviéticas estaban divididas en cuanto al papel futuro de su país en África, y algunos negociadores soviéticos se oponían a las concesiones del presidente angoleño José Eduardo dos Santos a los Estados Unidos.
Angola compartía el coste de la presencia militar cubana y buscaba reducir esos gastos, en parte porque muchos ciudadanos angoleños notaban el inmediato decrecimiento de recursos y las tensiones crecían en las regiones ocupadas por las tropas cubanas.
Dos Santos protestó por el acuerdo comercial excesivamente favorable para los soviéticos respecto al café angoleño y su reexportación con un beneficio sustancial, la sobrepesca en aguas angoleñas y el aumento de los precios locales de los alimentos.
Se debe en parte a su papel histórico en el equipamiento y en el apoyo al ejército del MPLA.