Relación aire-combustión

Por lo general, existe un rango de relaciones aire–combustible, fuera del cual no se producirá la ignición.

Estos se conocen como límites explosivos inferior y superior.

Las proporciones inferiores a la estequiométrica se consideran mezclas ricas.

Algunos motores están diseñados con características que permiten una combustión pobre.

Existen varios términos que se suelen utilizar habitualmente con mezclas de aire y combustible en motores de combustión interna, turbinas o gasificadores.

Alternativamente, para determinar la λ de una mezcla, se divide la RA/C real por la RA/C estequiométrica para ese combustible.

Otra ventaja de utilizar el dosado relativo es que las relaciones superiores a la unidad siempre indican que hay más combustible en la mezcla combustible–oxidante del necesario para la combustión completa (reacción estequiométrica), independientemente del combustible y el oxidante que se utilicen, mientras que las relaciones inferiores a la unidad representan un defecto de combustible o un exceso de oxidante equivalente en la mezcla.

Todos estos compuestos alteran la relación estequiométrica, y la mayoría de los aditivos modifican la relación a la baja (los oxigenadores aportan oxígeno adicional a la combustión en forma líquida que se libera en el momento de la combustión.

En motores modernos, mantener λ cerca del funcionamiento óptimo se lleva a cabo utilizando un sistema de control automático de la relación aire/combustible (control lambda).

En calderas que funcionan con combustibles líquidos y sólidos para combustión completa, λ se mantiene en el rango de 1,5 a 2–3.

Potencia y consumo de combustible en motores de gasolina en función del dosado.