La donación del reino al papa la realizó Sancho Ramírez en 1068, para tratar de reforzar su posición ante sus hostiles vecinos, en ocasiones coligados contra él.El reino navarro quedó dividido entre León-Castilla y Aragón; este recibió los principales territorios, incluida la capital navarra, y triplicó su extensión, aunque a cambio de admitir la supremacía teórica castellano-leonesa.[6] Para celebrar la expansión, Sancho fundó la ciudad de Jaca, donde pasó a residir y a donde trasladó el obispado mozárabe (de tradición litúrgica hispano-visigótica bajo dominio musulmán) oscense en el 1077.[11] Le sucedió de inmediato su hijo Pedro, ya asociado al poder y que retomó pronto el cerco.En 1120 el monarca aragonés conquista Calatayud, Daroca, concede fuero a Soria y este mismo año el ejército aragonés consigue una victoria muy importante sobre los musulmanes en la batalla de Cutanda.En 1125 se organiza la gran expedición militar de Alfonso I de Aragón por Andalucía, demostrando la debilidad del poder almorávide en Levante y Andalucía.El rey Batallador, quien había fracasado en su matrimonio con la reina leonesa Urraca, no tuvo descendencia.En ese momento Ramiro era obispo de Roda-Barbastro, pero tuvo que ocupar el trono.Eran un pacto entre el rey y los pobladores de un lugar, que podría ser una ciudad o un reino entero.Su hijo Jaime II es forzado a conceder el Privilegio de la Unión.[16] Durante el reinado de Jaime I se habían reunido distintas asambleas, más o menos concurridas, para resolver pleitos.Del virrey dependía el gobernador, encargado de mantener el orden y la paz social, y la Real Audiencia, tribunal que impartía justicia para casos graves o de gran importancia, o que afectaran a individuos aforados.[19] También estableció la autoridad de la Inquisición en el reino, un órgano del que posteriores reyes abusaron para burlar lo establecido en los fueros aragoneses, que no prevalían sobre la Inquisición[20] como ocurrió en las Alteraciones de Aragón.El sistema administrativo más antiguo del reino se basaba en la distribución de poblaciones y tierras a los nobles que participaban en la conquista.[21] El rey también concedió la administración de tierras y poblaciones a la jerarquía eclesiástica.Los bailes comenzaron teniendo competencias similares, pero acabaran especializándose en la gestión del patrimonio real.Las comarcas de Daroca, Teruel, Calatayud, Albarracín y otras fueron organizadas en comunidades que enviaban sus propios representantes a las Cortes.[24] Antes de la conquista islámica de la península ibérica la población en lo que luego sería Aragón era una mezcla del sustrato íbero y celtíbero con los colonizadores romanos y los invasores visigodos, con vascones ocupando los valles pirenaicos.[26] Los invasores musulmanes no fueron muy numerosos, siendo principalmente bereberes, pero también, en oleadas posteriores, árabes y sirios.[27] Aquellos cristianos que no se convirtieron, llamados mozárabes, fueron tolerados por los gobernantes musulmanes a cambio del pago de impuestos especiales.[28] Los primeros condes de la Marca Hispánica fueron francos, pero con el tiempo fueron reemplazados por las élites locales, vasconas e hispanovisigodas.Estos musulmanes, llamados mudéjares, formaron una parte importante de la clase artesanal y agrícola del reino, como se refleja en la muy difundida arquitectura mudéjar aragonesa.Muchos judíos aragoneses se convirtieron al cristianismo, con mayor o menor convicción, para evitar los altos impuestos y la persecución.Esto podría explicar la significante frecuencia de haplotipos judíos en la población aragonesa contemporánea.
Guion y caballo engualdrapado con el emblema heráldico del Reino de Aragón privativo en las exequias por la muerte de
Carlos I de España
. En
La Magnifique, et sumptueuse pompe funèbre faite aus obsèques, et funerailles du très grand, et très victorieus empereur Charles Cinquième, celebrées en la Ville de Bruxelles le XXIX. jour du mois de décembre M.D.LVIII par Philippes Roy Catholique d’Espaigne son fils
, Jérôme Cock (dibujo), Jean y Luc de Dovar (grabadores), Amberes, Cristóbal Plantino, 1559, LÁM. 19.
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13
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«Aragonés» o medio real de plata de
Fernando el Católico
. Acuñado en 1484 en Zaragoza (reverso con las iniciales I C flanqueando las
armas de Aragón
, donde la C, marca de ceca, remite a Çaragoça). Tuvo el valor de un
sueldo jaqués
, lo que la convirtió en la figuración de la unidad de la
moneda de cuenta
aragonesa tradicional, que no fue amonedada nunca.
Vidal Mayor
. Manuscrito del siglo
XIII
. El rey Jaime I recibiendo de manos del obispo de Huesca
Vidal de Canellas
el manuscrito con la compilación de los Fueros de Aragón