La Refinería de Cartagena S.A.S., que opera bajo el nombre comercial de Reficar es el complejo industrial más grande del caribe colombiano y la segunda empresa más grande del país.
Está ubicada en la actual zona industrial de Cartagena, se estableció en 1957 en el área de Mamonal, punto estratégico que le permite el acceso al Océano Atlántico, al igual que al interior de Colombia a través del Río Magdalena por el Canal del Diquey los oleoductos existentes.
A finales de los años 90 el Gobierno nacional advirtió que el país necesitaba mejorar su capacidad de refinación y que la demanda internacional y nacional de combustibles exigía productos más eficientes y amigables con el medio ambiente.
Por otro lado, actualmente, la Refinería de Cartagena abastece totalmente a la nación con diésel, producto que es el motor de la economía colombiana ya que el trasporte de productos y materias primas en el país se hace en vehículos y tractocamiones, que utilizan este combustible.
Actualmente Cartagena exporta aproximadamente el 30% de su producción al mercado petrolero internacional; tiene una configuración tipo craqueo, es una refinería de conversión profunda por su capacidad de procesar crudos pesados y su alto índice de conversión, actualmente procesa petróleo crudo para generar gasolina, nafta virgen, queroseno, diésel, Jet gasóleo atmosférico, polipropileno, etileno, coque GLP y, azufre y arotar. Los productos son consumidos localmente y exportados.
Gracias a la Refinería de Cartagena el país no tuvo que importar combustible por aproximadamente us$2.778 millones, durante ese mismo año y se generaron US$ 8 millones a la nación y a la ciudad de Cartagena US$21.
Información que se evaluó durante el proceso de selección.
Sin embargo, durante el 2012 se generaron alertas tempranas por parte de Refinería de Cartagena frente al contratista y se comenzó a reunir evidencias para demostrar las demoras y mala planeación en la ejecución del proyecto, por parte de CB&I como los estimados deficientes, cambios de alcance que impactaron la ejecución del proyecto, retrasos en ingeniería y mayores cantidades.
Razón por la cual, incluso, se planteó el escenario de dar por terminado el contrato.
Sin embargo, se decidió no terminar el contrato con CB&I, por las implicaciones económicas como la afectación del abastecimiento a la demanda de combustible a nivel nacional, así como las implicaciones jurídicas para sacar la iniciativa adelante.
CB&I contestó la solicitud y presentó demanda reconvencional (demanda judicial que ejerce el demandado, en el mismo proceso judicial), en contra de Refinería de Cartagena y actualmente se encuentra a la espera del laudo.
Para este proceso Colombia cuenta con los mejores abogados que se hayan podido conseguir para el litigio arbitral contra CB&I[12].