Redenominación

La redenominación puede realizarse por otras razones, como cambiar a una nueva moneda como el euro o durante la decimalización.

En general, la redenominación se implementa en respuesta a la hiperinflación, que aumenta progresivamente los precios nominales de productos y servicios, disminuyendo el valor real de la unidad monetaria en el mercado local.

Las autoridades pueden aliviar este problema mediante la redenominación: introduciendo una nueva unidad que reemplace a la antigua, con un número fijo de unidades antiguas que se convertirán en 1 nueva unidad.

Los ejemplos parciales incluyen: Ocasionalmente, la relación se define de tal manera que la nueva unidad es igual a una moneda fuerte.

Sin embargo, una relación grande puede resultar en precios excesivamente altos o pequeños en algún momento del ciclo.

La palabra nuevo puede o no eliminarse unos años después del cambio.

La tasa de conversión no suele ser un número redondo y puede ser inferior a 1.