Es posible colocar la red en posiciones alejadas del suelo; por ejemplo, en el dosel forestal de la selva, a gran altura.
Para ello se suelen instalar poleas que permiten subirlas y bajarlas.
La red está recorrida a lo largo de su máxima longitud por varios hilos paralelos y equidistantes, normalmente 5 o 6, que se mantienen tensos entre los dos palos verticales.
Estos hilos horizontales o tensores son fundamentales para atrapar a las aves, como se explicará más adelante.
Cuando las aves o los murciélagos pretenden pasar por donde está la red, colisionan contra ella y tienden a caer.
Sin embargo, tienden a esquivarla con mayor facilidad y suelen romperla en poco tiempo para liberarse cuando resultan atrapados.