[3] El lexema melan, melano o melena, del griego μέλαν, μέλαινα y este de la raíz indoeuropea *melə²–no–, asocia a los términos que lo incluyen con el color negro.
En teoría y en este sistema, se puede conseguir negro mediante la mezcla de los tres primarios.
Para representarlo se debe prescindir de la luz, es decir, llevar los colores primarios a una intensidad nula.
Existen varias razones para ello, pero la más ampliamente aceptada es que la noche a lo largo de la historia ha sido experiencia humana negativa y peligrosa.
Otra posible explicación es que las manchas son más visibles sobre un fondo pálido, y contrastan con un concepto cultural de "pureza".
Así muchos períodos de tiempo son etiquetados como «negros» en referencia a acontecimientos nefastos o luctuosos.
En el clasismo tradicional de las culturas occidentales, una piel pálida implica una distinción entre la gentileza y el intelecto propio o doméstico, en oposición a la rudeza del mundo exterior.
Las cuestiones relativas a esta oposición blanco-negro no son privativas de Occidente, ya que -por ejemplo- en India existe una organización tradicional en castas.