Hacia finales de año, por orden del Cabildo, se reúnen fondos para la construcción entre los vecinos cuyas propiedades eran linderas con la Plaza.En 1801, a poco de asumir, el virrey del Pino introduce algunas modificaciones y da su visto bueno a dos importantes proyectos civiles que comenzarán a realizarse en el siguiente año: La construcción del muelle sobre el Río de la Plata y la construcción de la Recova.A fines del 1803, habiendo tardado solo 9 meses en su construcción, se echó el bando donde manda vender la carne, verduras, frutas, etcétera, en la recova.Fue un edificio simétrico de estilo Barroco y Renacentista que atravesaba la plaza.Hacia 1840, mermado el erario público por el bloqueo francés, el gobierno saca a remate la Recova y es adquirida por los hermanos Manuel y Francisco Murrieta en la suma de cuatrocientos mil pesos.La recova fijó la imagen como símbolo de Buenos Aires ante la mirada exterior.Fue éste el edificio más representativo de la administración tardo colonial que produjo la primera transformación del paisaje urbano: dividió en dos porciones simétricas la plaza mayor de la ciudad.
La fotografía muestra la recova con su arco central ya demolido, evento que ocurrió en agosto de 1883. Atrás, la
Casa Rosada
sin su arco central. (Foto: AGN)