Reconstrucción crítica

[6]​ Las razones oficiales dadas para esta estrategia fueron dos: en primer lugar, que era necesario reparar no solo el daño causado por la Segunda Guerra Mundial, sino también el causado por los planificadores durante la reconstrucción de los años posteriores y, en segundo lugar, que no solo los edificios, sino la ciudad en su conjunto necesitaban ser reconstruidos.

[1]​ La situación hizo posible una serie de proyectos destinados a unir las estructuras urbanas a ambos lados y en los que hubo que decidir entre una réplica de los viejos edificios, una reconstrucción crítica basada en una interpretación contemporánea o una ruptura total con el pasado.

En un esfuerzo por reconstruir Berlín como una "ciudad europea" tradicional, la oficina intentó evitar lo vanguardista y dio prioridad a lo históricamente armonioso.

Crearon un conjunto de reglas: los edificios no deben tener más de 22 metros, las calles seguirían siendo estrechas, el 20 por ciento del edificio tenía que proporcionar espacio para apartamentos, los edificios no podían ocupar bloques enteros, sino que tenían que romperse en estructuras de conexión separadas, y la oficina del Senado podría vetar cualquier proyecto.

[4]​ Los principales ejemplos de reconstrucción crítica en Berlín son la Potsdamer Platz y la Alexanderplatz.

Un sustantivo derivado de este verbo es “krisis”: decisión o cambio significativo.

La palabra reconstrucción (Rekonstruktion) aparece por primera vez en Alemania en el siglo XIX, cuando se empieza a restaurar edificios antiguos siguiendo las reglas de número, medida y proporción de la tradición europea”.

[15]​ El enfrentamiento tuvo lugar entre neotradicionalistas, por un lado, y varios vanguardistas, por el otro,[16]​ pero la doctrina de la reconstrucción crítica dominó este debate, y más que una designación académica devino un criterio para la toma de decisiones políticas.

Sin embargo, sus defensores sostuvieron que no consistía en la reconstrucción nostálgica de la ciudad histórica, sino en la reconstrucción de la ciudad moderna,[18]​ acorde con modelos urbanísticos y arquitectónicos para el Berlín del siglo XXI.

[22]​ Ese plan, forjado por quien fuera durante quince años su arquitecto jefe, Hans Stimmann, a partir del concepto de «reconstrucción crítica» desarrollado por Josef Paul Kleihues para la Exposición Internacional de Arquitectura de 1984-1987, ha rehecho Berlín sobre los planos anteriores a la II Guerra Mundial, como si esta y la etapa comunista no hubieran existido, e imponiendo unas rígidas normas de edificación que vetaban, por ejemplo, el uso del vidrio en las fachadas y limitaban la altura de los edificios salvo en casos muy concretos, como la Potsdamer Platz, en la que se abrió la mano para seducir a las tres multinacionales que sufragaron el proyecto.

Ya su primer proyecto importante, un conjunto de viviendas construido en un barrio obrero en 1973, fue programático al reinstaurar como unidad territorial la clásica manzana, limitar la altura del edificio a los 22 metros que desde el siglo XIX impera en la capital alemana e incorporar también el clásico patio interior.

Dos décadas más tarde el arquitecto berlinés Josef Paul Kleihues propuso y ejecutó la Reconstrucción crítica de Berlín.

[32]​ El urbanismo y la arquitectura durante la temporada crucial que siguió a la caída del muro, con el patrimonio intelectual y metodológico IBA 1987, del cual el concepto de reconstrucción crítica es la característica más importante.

[15]​ También en sus propios edificios, Kleihues se sometió al canon que había contribuido a crear.

[28]​ El objetivo elegido por el gobierno de la ciudad era recrear una edad anterior que eliminara las referencias a las eras nocivas del pasado reciente.

La Potsdamer Platz –que nunca fue exactamente una plaza ni tampoco lo es ahora– quedó totalmente destruida durante la Segunda Guerra Mundial, ha terminado su resurgimiento en 2004.

[39]​ En la reconstrucción participaron arquitectónicos de renombre como Renzo Piano, Rafael Moneo y Arata Isozaki.

[41]​ La nueva cúpula del Reichstag del arquitecto Norman Foster pretende encarnar la idea de una democracia transparente ya que tras las paredes de vidrio se encuentra el salón oeste, desde donde se puede ver el hemiciclo.

[44]​ El edificio no corresponde con los principios de reconstrucción crítica por lo que el arquitecto Daniel Libeskind afirmó en una entrevista que Stimmann le había dicho: “Si hubiera estado en el poder solo un mes antes, el edificio nunca habría recibido el permiso de construcción”.

En febrero de 1999 que el canciller Gerhard Schröder ordenó encontrar un inversionista para la reconstrucción del edificio.

[47]​ Es así que tras haber reconstruido tres costados de su fachada en 2005, el edificio es sede no principal del grupo Bertelsmann.

[49]​ Al otro lado del río, la avenida pasa a llamarse Karl-Liebknecht-Straße y conduce a la Isla del Spree en cuya ribera meridional actualmente se reconstruye el Palacio Real de Berlín de la Dinastía Hohenzollern que se levantaba en esta ciudad y que fue destruido en 1950,[50]​ siendo reemplazado en los años 1970 por el Palacio de la República (edificio en que la RDA votó para unirse a la República Federal[21]​) que fue a su vez demolido en 2008.

Cada donante adquirirá el derecho a que una piedra de la construcción lleve inscrito su nombre.

Esta parte de la obra será realizada utilizando las mismas técnicas que se emplearon en la construcción original.

El plan trata los cinco edificios históricos como una sola unidad y respeta su autonomía arquitectónica.

La James-Simon-Galerie constituye la entrada principal a los museos desde 2019, y da la bienvenida a los visitantes, así como al circuito principal y ofrece funciones centrales del servicio tales como cafés, tienda del museo, sala para los medios de comunicación, auditorio y salas para exposiciones temporales.

Como resultado de la remodelación, ningún otro edificio del mundo tiene tanto espacio para mostrar su colección escultórica.

Allí se construyó el AquaDom, inaugurado en 2004, que es un acuario integrado en un hotel y constituye un arrecife de coral.

En este contexto, la reconstrucción crítica pretende crear una conexión entre las formas de construcción tradicionales y el diseño contemporáneo.

La idea fue incorporar el pasado del edificio al proyecto para promover la Alemania de hoy a la vez que recordar la historia, según las autoridades.

Plaza de París en 1995.
En zonas como Potsdamer Platz los antiguos planos formaban la base para el diseño de los nuevos edificios. [ 1 ]
La Potsdamer Platz el 21 de noviembre de 1989.
El Riehmers Hofgarten es un complejo de edificios de la era Gründerzeit de Berlín. Construido entre 1881 y 1899, consta de 18 edificios de cinco pisos alrededor de un patio interior. [ 26 ]
Palacio de Congresos de Berlín ( Haus der Kulturen der Welt ).
Bonjour Tristesse, proyecto de vivienda social de Álvaro Siza para el IBA’87. Encargado en 1980, fue diseñado con un enfoque en la renovación urbana suave y reconstrucción crítica. [ 31 ]
Hans Stimmann frente al modelo de Berlín de la RDA de 1989.
Forum Tower, Torre Kollhoff , BahnTower en la Potsdamer Platz, donde las limitaciones de la altura de los edificios no se aplicaron. [ 25 ]
Regierungsviertel : Complejo Parlamentario, Cancillería y Estación Central.
Puente sobre el río Spree uniendo los edificios Löbe y Lüders.
Alte Kommandantur.
Reconstrucción del Palacio Real de Berlín (2019).
Centro comercial Alexa .
Estadio Olímpico.