Museo Judío de Berlín

Daniel Libeskind (1946 -) es un arquitecto que nació en Polonia y más tarde emigró a los Estados Unidos.

Fue también un buen músico, y durante su vida no se vio afectado por el Holocausto nazi.

Este concurso lo ganó Libeskind cuando aún no gozaba de la popularidad que hoy tiene.

Sin embargo, gracias a la iniciativa popular se abrió al público cuando todavía estaba vacío.

Esta línea quebrada podía haber sido continuada en cualquier dirección porque parece no terminar.

La segunda diferencia es que en el proyecto había tres pequeñas torres exteriores al edificio principal, las cuales se han agrupado en una.

Dichas palabras son, en ocasiones, un poema donde está repetida la palabra “espíritu”, y otras veces coloca una lista de personas desaparecidas en el Holocausto cuyos apellidos empiezan en “Berlín”.

Estas últimas son iguales entre sí salvo la superior, que alberga oficinas y tiene una distribución diferente.

Este es de color negro para dar más contraste a estas luces, las cuales son las únicas que hay.

Es ciega y solo tiene un hueco vertical colocado en la parte superior del vértice de sus paredes más agudo.

El "Jardín del Exilio", cuyo nombre oficial es Josef Hoffmann, es un gran cuadrado situado en el exterior del edificio donde hay 49 pilares de planta cuadrada dispuestos en cuadrícula.

El suelo del Jardín está inclinado con la pendiente siguiendo la diagonal, los pilares son perpendiculares a este suelo, y éstos están cortados paralelamente a su base.

Las vigas que se muestran sobre este lugar tienen direcciones caprichosas y una apariencia deconstrutivista, pero son funcionales al servir de arriostramiento.

En el interior del edificio hay espacios vacíos, es decir, partes que están cerradas a las cuales no se puede acceder.

Es lo que ocurre en aquella línea recta que atraviesa la planta en forma de rayo de todo el museo, solo que en realidad esa recta es un “pasillo” común a las tres primeras plantas y está cortado por culpa de la forma picuda del edificio.

Las ventanas crean efectos luminosos en el interior del inmueble cuando la luz se refleja en paredes y pavimentos reflectantes.

Esta capa está constituida por paneles de cinc y titanio colocados diagonalmente, no coincidiendo con los forjados y dando la sensación de que las fachadas están inclinadas.

La videoinstalación "Mesubin" (Los reunidos), como "coro final", hace visible la polifonía de la vida judía contemporánea.

Los destinos personales ilustran las diferentes reacciones a los desafíos históricos y políticos.

Las preguntas actuales dejan claro que a menudo se puede justificar más de una respuesta.

La exposición fue diseñada por la empresa conjunta chezweitz GmbH / Hella Rolfes Architekten BDA.

Los visitantes vivieron el periodo barroco a través de Glikl bas Judah Leib (1646-1724, alias Glückl von Hameln) y su diario, que ilustraba su vida como comerciante judía en Hamburgo.

El siglo XVIII se vivió a través de la herencia intelectual y personal del filósofo Moses Mendelssohn (1729-1786).

Estas opiniones se complementaron con la descripción de la vida judía en los tribunales y en el país.

En la sección sobre el nacionalsocialismo, los visitantes vieron cómo los judíos alemanes reaccionaron ante su creciente discriminación y cómo esto condujo, por ejemplo, a la fundación de nuevas escuelas y servicios sociales judíos.

La exclusión y aniquilación de los judíos, sin embargo, pronto puso fin a estas iniciativas.

Al mismo tiempo, surgieron nuevas pequeñas comunidades judías en Oriente y Occidente.

Aquí, la historia judía fue presentada en forma multimedia e interactiva en 17 estaciones de computación para visitantes individuales y grupos.

El nombre de la institución se debe al empresario inmobiliario berlinés y mecenas Rafael Roth (1933-2013).

Vista exterior del Museo Judío de Berlín.
Vista aérea del diseño de Libeskind, mostrando su configuración en zig-zag y su entorno próximo, con el antiguo Kollegienhaus.
Vista del Museo Judío desde la calle.
Vista exterior del Museo Judío con el "Jardín del Exilio" delante.
Interior de los pasillos subterráneos de acceso al museo.
Vista exterior de la "Torre del Holocausto".
Vista interior del museo y una de sus exposiciones.
Vista exterior de las ventanas de las fachadas del museo.