Reconocimiento de uniones del mismo sexo en África
En África han surgido intensos debates a nivel social, político y religioso en torno a los actos homosexuales; tanto como para la despenalización de la homosexualidad en países que la criminalizan, siendo en la actualidad el continente que tiene la mayor cantidad de leyes de este tipo, como para el otorgamiento de mayores derechos para las minorías sexuales, entre ellos, la protección contra la discriminación y el reconocimiento a parejas del mismo sexo a través del matrimonio igualitario o la unión civil.[1] A pesar de que en la actualidad, en algunos países africanos, las autoridades políticas y religiosas locales han argumentado contra la homosexualidad que es un «vicio» traído por los colonialistas europeos,[2] investigaciones realizadas por antropólogos, etnólogos, arqueólogos e historiadores han demostrado que los actos homosexuales ya estaban presentes en el periodo precolonial.[3] A comienzos del siglo XVII, los misioneros portugueses Gaspar Azevereduc y Antonius Sequeirus, encontraron en las cercanías de Luanda, actual Angola, hombres afeminados que hablaban, se sentaban y vestían como mujer, y ellos contraían matrimonio con hombres varoniles, siendo tales uniones consideradas como «honrosas e incluso preciadas».[4] Asimismo, han sido observados rituales de uniones afectivas entre mujeres en los pueblos Nandi y Kissi en el actual Kenia, el pueblo igbo mayormente en Nigeria, los Nuer en Sudán y los Kuria en Tanzania.En los territorios dependientes bajo la jurisdicción de países transcontinentales aplican su respectiva legislación: