En Mateo y en Marcos, el público también aparece refiriéndose a Jesús cómo el hermano de Santiago, Simón, José y Judas (en Marcos también aparecen citadas, pero no nombradas, las hermanas de Jesús) como si ellos fueran solo personas ordinarias en la ciudad, criticando a Jesús por su comportamiento diferente.
Wilson dice: "...no sería sorprendente si otros sectores de la Iglesia, particularmente los gentiles, les gustara contar historias sobre Jesús como un hombre que no había obtenido la simpatía y ni el apoyo de su familia".
[7] Otros proeminentes académicos como Crosson,[8] Mack[9] y Painter[10] están de acuerdo con esta tesis.
Mateo 21:42, Hechos 4:11 y Marcos 12:10 citan a Jesús siendo la piedra angular (utilizada en una construcción) que fue rechazada por los constructores.
Según Mateo: En consonancia con Lucas 9:51-56, cuando Jesús entró en una villa samaritana, no fue bien recibido por estar yendo en dirección a Jerusalén (había una gran disputa entre los judíos, con su Templo de Jerusalén, y los samaritanos, con su templo en el Monte Guerizín).
[12] En Juan 6:67-71, Jesús pregunta a los apóstoles si ellos también desean irse, pero Pedro responde: Señor, ¿a quién iremos?
[13] Después del incidente con los cambistas en el Templo, Jesús fue arrestado y enviado al Sanedrín, que rechazó su defensa y lo envió a Poncio Pilatos (ver Jesús ante Pilato) para que fuera condenado a la muerte, puesto que los judíos no tenían la potestad de condenar a muerte después de la conquista romana.
Sin embargo, las organizaciones judeo-mesiánicas, que no son consideradas judías por ninguna denominación judía mayoritaria, como Judíos por Jesús han defendido que es el Mesías prometido por la Torá y los Profetas.
El Talmud indica que el rabino Gamaliel II ordenó a Samuel ha-Katan que escribiera otro párrafo para la plegaria central de la Amidá, arremetiendo contra los delatores y herejes (cristianos primitivos), que se insertó como duodécimo párrafo en la secuencia moderna (Birkat haMinim).
Por ejemplo, en Juan Jesús se mueve por Galilea pero evita Judea, porque "los judíos/judeos" buscaban una oportunidad para matarlo.
Uno vacila en contemplar el costo de ese error en amor cristiano y sangre judía.
"[29] Juan Crisóstomo: "Por su propia patria se refiere aquí a Nazaret; porque no fue allí, sino en Cafarnaún, donde, como se dice más abajo, hizo tantos milagros; pero a éstos les muestra su doctrina, causando no menos asombro que sus milagros.
"[29] San Remigio: "Enseñaba en sus sinagogas, donde se reunía gran número, porque para la salvación de la multitud había venido del cielo a la tierra.
"[29] Crisóstomo: "Observad la misericordia de Cristo; se habla mal de Él, pero responde con dulzura; Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su patria y en su casa.
"[29] San Jerónimo: "Porque es casi natural que los ciudadanos tengan celos unos de otros; pues no se fijan en las obras presentes del hombre, sino que recuerdan las flaquezas de su infancia; como si ellos mismos no hubieran pasado por las mismas etapas de la edad hasta su madurez.
"[29] Juan Crisóstomo: "Pero si sus milagros suscitaban el asombro de ellos, ¿por qué no hizo muchos?
"[29] San Jerónimo: "O podemos entenderlo de otra manera, que Jesús es despreciado en su propia casa y patria, significa en el pueblo judío; y por eso hizo entre ellos pocos milagros, para que no estuvieran del todo sin excusa; pero entre los gentiles hace diariamente mayores milagros por medio de sus Apóstoles, no tanto para curar sus cuerpos, cuanto para salvar sus almas.