Aquel primer establecimiento monástico tenía su origen en un lugar de eremitas, que ya en el siglo XI se había organizado como comunidad religiosa.
El conjunto del monasterio se levantó con una rapidez considerable, entre 1506 y 1532.
Las obras comenzaron por las dependencias que rodean los tres claustros y la iglesia a partir de 1513.
Su interior comprende cinco naves y un amplio crucero.
En el refectorio, en la planta baja, se expone la colección de esculturas religiosas del siglo XIII al siglo XVII; las pinturas y otros elementos están situados en el piso superior en las antiguas celdas de los monjes.