En este tipo de reactor, un fluido (gas o líquido) pasa a través de un material granular sólido (generalmente un catalizador) a velocidades lo suficientemente altas como para suspender el sólido y hacer que se comporte como si fuera un fluido.
Este proceso, conocido como fluidización, imparte muchas ventajas importantes a un FBR.
Una vez que se supera esta velocidad mínima, el contenido del lecho del reactor comienza a expandirse y arremolinarse como un tanque agitado o una olla de agua hirviendo.
Muchos polímeros producidos industrialmente se fabrican utilizando la tecnología FBR, como el caucho, el cloruro de vinilo, el polietileno, los estirenos y el polipropileno.
[9] Esto permitirá a los ingenieros químicos diseñar reactores mejores y más eficientes.