[2][3] Desde mediados del siglo XIX se pretendía unir el Alentejo a Lisboa por vía ferroviaria, para facilitar el transporte de los productos agrícolas, especialmente cereales, para capital, y apoyar una alternativa en las inadecuadas conexiones viarias.
[4] Así, el gobierno comenzó a proyectar una unión entre las dos localidades más importantes de esta región, Beja y Évora, en el Margen Sur del Tajo, donde sería establecida una conexión fluvial a Lisboa; en 1854, este proyecto fue atribuido totalmente a la Compañía Nacional de los Ferrocarriles al Sur del Tajo, pero, en 1859, el gobierno contrató con la Compañía de los Ferrocarriles del Sudeste el tramo entre Vendas Novas y Beja y el respectivo Ramal a Évora.
[1] En 1864, la concesión a la Compañía del Sudeste fue expandida con un ramal entre Beja y la frontera con España, en la dirección de Sevilla, pasando por Quintos;[5][1] el objetivo sería unir este ferrocarril a la línea española que terminaba en el Puerto de Huelva.
[18] En ese mes, algunos temporales causaron grandes perjuicios en la vía ya construida, con caídas de postes; el punto más grave se dio junto a la Herdade das Enfermarias, a unos 2 kilómetros de Moura, quedando la línea totalmente obstruida, y los carriles torcidos.
[11] A mediados de diciembre, la estación de Moura todavía no estaba construida, pero, debido su proximidad en relación con la población, se consideró que no sería necesario terminar esta obra para inaugurar la línea.
[23] Debido a los reducidos recursos de la alcaldía y al hecho de que el tramo a ser inaugurado contaba apenas con algunos kilómetros de extensión, los festejos fueron bastante modestos; del mismo modo, la ceremonia contó con gran afluencia popular, con animación musical y cohetes, siendo organizado un cortejo que recorrió toda la villa, habiéndose decorado las calles y las casas.
[23] Dieron un discurso el Vizconde de Altas Moras, y el diputado Fialho Gomes.
[23] El ingeniero Magalhães Braga, que condujo las obras, alteró el trazado primitivo con varias variantes, que aumentaron la longitud y los costes de construcción, pero mejoraban considerablemente el trazado y aproximaban la estación a la localidad de Moura.
[11] En gran parte del recorrido, los terrenos fueron ofrecidos por el propietario José Maria dos Santos, para la construcción de la línea.