En este mismo centro obtuvo también la Licenciatura en Teología (1868) y comenzó sus estudios de Derecho.
En 1870 residió con él, en Madrid, su hermano Joaquín Aranda que pronto se convertirá un importante militar y periodista carlista, que había llegado a la capital de España a estudiar la carrera de Medicina.
Por esas fechas, además de ocuparse en tareas importantes de la Curia, dada su formación, colaboró en periódicos literarios y religiosos de Madrid y Zaragoza y se dedicó a la predicación, en la que adquirió gran fama, llegando a conocérsele como el Doctoral Canónigo Aranda.
Como tenía un amigo comerciante con tienda en la calle Alfonso I, se dirigió hacia allí.
Una angina de pecho o un ataque al corazón le privó del sentido.