Contó nuevamente con fuerte presencia extranjera predominando los pilotos italianos siendo Miki Biasion, con un Lancia 037 Rally de la escudería Jolly Club, el máximo favorito.
En su lugar la escudería West Lancia Team inscribió a Andrea Zanussi piloto que se encontraba casi retirado de las carreras en ese momento.
Entre los españoles destacaban Salvador Servià con un quinto Lancia 037 Rally y Antonio Zanini este último con ciertas dudas ya que venía de destrozar el Peugeot 205 T16 en la anterior cita.
Por su parte Zanini tenía problemas y tras sumar un minuto de penalización rodaba en décima posición.
El viento también provocó problemas en las comunicaciones por radio y los tiempos se iban conociendo con retraso.
Biasion sufrió una salida de pista y cedió el liderato a Cerrato por lo que Servià se lanzó al ataque y logró ponerse líder en tramo veintiocho con tres minutos de ventaja.
Servià, segundo clasificado, se adjudicó la victoria en el campeonato de España y aumentaba su ventaja notablemente.