Citado constantemente en la documentación del siglo XIII, fue capital de la parroquia medieval que tenía como anejo a Villavachos.
Aún en 1454 debía tener cierta relevancia, pues es citado en la carta de venta de Villarrobledo como pueblo limítrofe con él.
Aunque despoblado oficialmente desde los años 1950 (pues cuenta con población flotante no residente habitual), centuria en la que llegó a contar con escuelas y cuartel de la Guardia Civil, es uno de los núcleos históricos de población más importantes de la zona, certificándose en su término asentamientos de población ininterrumpida desde la Edad del Bronce, encuadrables en la Cultura del Bronce Manchego.
También fue uno de los núcleos que cedió población y dio origen a El Bonillo en la Edad Media.
Su entorno y ubicación configura un interesante espacio natural cuyo eje vertebrador es el río Sotuélamos.