El paisaje en esta zona presenta la característica erosión originada por el glaciarismo cuaternario, aunque no se evidencian morrenas, al contrario que en la vertiente septentrional.
Con un caudal ya considerable fluyen las aguas por las Chorreras, un lugar digno de visita, con unas admirables cascadas perfectamente conservadas.
Después pasa junto al primer lugar habitado: Garganta de los Hornos (popularmente conocida como La Aldea), donde se hallan los primeros molinos harineros.
Aquí es donde se puede contemplar un molino harinero, el de Tío Alberto, magníficamente conservado por D. Alberto Jiménez Montenegro hasta su fallecimiento acaecido en los albores del siglo XXI, y que en la actualidad puede ser visitado por el público.
A continuación por la margen izquierda se incorpora el caudal del arroyo de Pinarnegrillo.