Las altitudes medias elevadas confluyen en una zona central deprimida y llana, integrante de la depresión prelitoral que atraviesa en dirección este-oeste y sirve de cauce al Piloña que junto al Alto Nalón constituyen los dos ríos más importantes del territorio.
Es un territorio de clima oceánico salvo las cotas montañosas más altas, templado con lluvias suaves, pero persistentes durante todo el año, y una oscilación térmica moderada.
Una vez que se tiene la cuajada se pone a escurrir entre tres y seis días en un zube, un paño blanco, para que suelte el suero.
La maduración del queso se realiza en locales bien ventilados, con una temperatura en torno a ocho grados centígrados y una humedad ambiental que ronda el 80%, durante unos dos meses.
La tradición obliga a darle forma definitiva al queso a mano, sin molde, marcándolo en la cara superior con un cuño de madera llamado marco, con el que cada artesano imprime su sello personal, grabando en una cara motivos florales, geométricos, símbolos o nombres del elaborador.
El menos trabajado tiene los mismos sabores, aunque más rebajados en intensidad.
Presenta un color amarillo cremoso, con tonalidades blanquecinas y sin corteza.