[4] Además, un porcentaje significativo de sus habitantes utiliza el inglés como segundo idioma, especialmente en el ámbito laboral, debido a la presencia del turismo y otras actividades económicas que favorecen el bilingüismo.
Un siglo y medio después, el uso cotidiano le fue dando el nombre actual de Puerto Plata.
La ciudad creció bajo la influencia social y cultural de la inmigración europea, lo que le dio una fisonomía diferente a las demás ciudades del país.
Fundada en una pequeña bahía que cuenta con buen abrigo, es la ciudad más grande del litoral norte, siendo la primera en superficie, con 562.000,93 km².
En particular, el puerto juega un papel importante en la economía tanto a nivel provincial como nacional.
Gran parte de las operaciones comerciales se llevan a cabo en el muelle más reciente.
Actualmente, Puerto Plata es una de las ciudades con mayor afluencia turística en el país, recibiendo visitantes nacionales e internacionales, así como cruceristas.
[15] Su entorno natural se caracteriza por un paisaje verde durante todo el año y un clima templado.
[17] El recorrido hasta la cima de la montaña dura aproximadamente 8 minutos y funciona mediante un sistema hidráulico eléctrico, operado desde una central ubicada en la estación base.
[18] Este trayecto ofrece una experiencia única para los visitantes, quienes pueden apreciar el paisaje y la diversidad de la flora local.
En la cima, hay tiendas de recuerdos y un restaurante que ofrece comida tradicional dominicana.
En Puerto Plata hay centros educativos públicos y privados, así como universidades reconocidas en el país.
El faro fue diseñado con superpuertas, columnas clásicas y estriadas a la manera dórico-romana, según la descripción del Dr.
José Augusto Puig Ortiz y Robert S. Gamble, en su ensayo Histórico Arquitectónico de Puerto Plata.
Tiene una base sólida de mampostería y se eleva a 137 pies sobre el nivel del mar.
En el año 2008 el parque fue cerrado al público para su remodelación, reparándolo completamente y devolviéndole su diseño original.
Al concluirse en 1879, tenía una hermosa fachada, adornada con madera importada y un vistoso forraje de zinc.
El templo que hoy existe fue construido por Tancredo Aybar Castellanos por mandato de Trujillo en el año 1946.