[1] Las puertas correderas se usan a menudo en el exterior de vehículos mini monovolúmenes, como el Toyota Porte, el Peugeot 1007 y el Renault Kangoo, pero se usan más comúnmente en monovolúmenes de mayor tamaño, como el Toyota Previa, el Eurovan, el Chrysler Voyager y el Kia Carnival.
[1] El tipo más común de puerta corredera (que tiene una suspensión de tres puntos y se abre primero hacia afuera, y luego se desliza por un costado del vehículo), fue introducido en 1964 por Volkswagen AG como una opción en su modelo Transporter.
Esta disposición proporciona un sellado hermético e insonorizado, y se encuentra comúnmente en autocares.
Este diseño es muy poco común, y solo se ha utilizado en vehículos Mitsubishi, empresa que inventó el sistema.
Los umbrales altos pueden dificultar la entrada y la salida, aunque ofrecen protección contra choques independientemente de las puertas; por lo tanto, el vehículo se puede conducir de manera legal y segura con las puertas hacia arriba o hacia abajo.
Sin embargo, este diseño es mucho más complicado, por lo que aumenta el riesgo de sufrir fallos.
En esta época era habitual que los grandes fabricantes de automóviles subcontrataran sus prototipos a otras empresas especializadas en diseño y construcción.
En este caso, el Mark VIII se encargó a Joalto, empresa ubicada cerca de Detroit.