Puente Cantalojas (Bilbao)

Existen también, en el barrio de San Francisco, una calle y un túnel ferroviario con el mismo nombre.

En estos parajes se encontraba, según algunos historiadores, la antigua torre del linaje de los Cantalojas, donde posteriormente se edificó una casa que llevaba el mismo nombre y que estuvo situada en la intersección de las calles Zabala y San Francisco, lo que hoy es el número 40 de la calle San Francisco, siendo a finales del siglo XIX casa del jefe de la estación de Abando.

[3]​[4]​Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre este linaje, cuya existencia algunos ponen en duda,[5]​y relacionan el apellido con un topónimo relativo al terreno pedregoso, que algunos consideran celtibérico.

El puente se construyó para salvar las vías de la estación del tren de Bilbao-Tudela, que interrumpían el antiguo camino real a Balmaseda.

Antes de ser urbanizada la zona dicho camino transitaba por el antiguo barrio de Mena, actual barrio de Zabala, hasta que en los años 20 del siglo XIX se proyecta y ejecuta el nuevo recorrido por la que posteriormente será la calle San Francisco, proyecto en el cual el arquitecto Antonio de Goicoechea tiene un papel relevante.

[21]​ Entre los años 2003-2004[22]​ la empresa de capital público Bilbao Ría 2000 llevó a cabo una intervención integral en el puente y zonas aledañas, sobre una superficie de 5.480 m², ampliando la anchura del puente convirtiéndolo de facto en una plaza pública y reordenando el tráfico de vehículos y peatones, facilitando la conexión entre San Francisco y el Ensanche.

[24]​Existen, instaladas en el aeropuerto de Barajas de Madrid, otras tres obras similares, también con textos del mismo escritor, tituladas La coqueta, La realista y La soñadora.

Localización de la Casa de Cantalojas. 1874
Bilbao 1889
Antigua vista del puente
La Exorcista
Mural de Juan José Novella