La antropología moderna, gracias al análisis lingüístico del habla gitana, ha podido situar su origen ancestral en el subcontinente indio.
[3] Cómo y cuándo llegaron los gitanos a la península ibérica es una cuestión cuyo consenso dista de haberse alcanzado.
En esos años se sucedieron los salvoconductos, otorgados a supuestos nobles gitanos peregrinos.
Cuando tuvo lugar el descubrimiento de América, en 1492, los gitanos ya estaban esparcidos por toda España.
[8] En España se promulgaron, a partir del año 1499, más de 280 pragmáticas contra el pueblo gitano.
[11] Se conoce el caso de un herrero gitano (Jorge Leal) que consiguió autorización para viajar a Cuba en 1602.
[12] Distintos factores hicieron que los gitanos españoles, como los de toda Europa, se resistieran a la asimilación y conservaran sus propios caracteres culturales más o menos intactos.
En esa misma pragmática se ilegalizó la palabra "gitano" en la administración española para referirse al colectivo, por lo que a partir de ese momento, a nivel estatal deja de existir tal distinción.
George Borrow, que se acercó al mundo gitano en la primera mitad del siglo XIX, en sus viajes por Europa como predicador protestante visitó España y aprendió la lengua de los grupos gitanos, traduciendo y publicando el Evangelio en caló.
[24] En 1964 la tercera nominación española a los Oscar por la mejor película de habla no inglesa fue Los Tarantos, protagonizada por la gran bailaora flamenca del siglo XX, la gitana Carmen Amaya.
[30][31] En 1997 el papa Juan Pablo II beatificó al primer gitano de la historia, el franciscano Ceferino Giménez Malla "El Pele", martirizado en Barbastro durante la guerra civil española.
[34][35] A lo largo de 2015 se efectuaron diferentes actos reivindicando la memoria histórica del pueblo gitano en España.